Gracia, erotismo y ferocidad,son las coordenadas que señalan un lugar en el mundo para “Tres Ratones Ciegos”. Dibujos y pinturas; collages y poesías muestran un universo de paradojas construido a coro. Vanessa de Jesús, Alejandro Aquino Plasencia y Sandra Tysak hacen participar al espectador de un juego caleidoscópico de preguntas y respuestas sobre la condición humana...
jueves, 26 de julio de 2012
"Tres ratones ciegos". Sandra Tysak
Pastel tiza y tinta blanca sobre cartulina, 50 x 50 cm.
I Apago la luz, enciendo la luna Tengo la sangre espesada de cenizas Está el pasado que embarra el ahora El hombre sueña que es un niño jugando Sos vos y tus pies diminutos Me alejo de las naves incendiadas Mi soledad planteada como un verso Te escucho con una mortaja en la boca No me voy a empezar a… II Sabés de dónde viene mi dolor? De una profunda, irrebatible certeza Sobre la muerte del amor Veo, creo y creo Descreo , otra vez, otra cosa Soy Desnuda, abierta, latiendo Te lleve de la mano, te mostré Exquisitas fragancias de sahumerio, Poemas de Baudelaire, un beso. Cuando vendré a casa pronto, Esperando el abrazo? La libertad, habló de nuevo ella La libertad es muy importante, no? III No extraño la vida que mataba, Ni la escaces de comuniones Ni la brea pegajosa de la pena No extraño las ausencias gritadas Ni las presencias lamentadas, Ni los abrazos apurados De los amores a desgano No extraño la certeza de la nada Ni la condena a la mediocridad Ni la aceptación ciega a los mandatos Tampoco los oídos sordos Ni los ojos ciegos Ni las bocas balbuceantes De palabras vacías No extraño las mentiras que me dije tantas veces Y mucho menos extraño las traiciones Ahora me toca flotar…
I
ResponderEliminarApago la luz, enciendo la luna
Tengo la sangre espesada de cenizas
Está el pasado que embarra el ahora
El hombre sueña que es un niño jugando
Sos vos y tus pies diminutos
Me alejo de las naves incendiadas
Mi soledad planteada como un verso
Te escucho con una mortaja en la boca
No me voy a empezar a…
II
Sabés de dónde viene mi dolor?
De una profunda, irrebatible certeza
Sobre la muerte del amor
Veo, creo y creo
Descreo , otra vez, otra cosa
Soy
Desnuda, abierta, latiendo
Te lleve de la mano, te mostré
Exquisitas fragancias de sahumerio,
Poemas de Baudelaire, un beso.
Cuando vendré a casa pronto,
Esperando el abrazo?
La libertad, habló de nuevo ella
La libertad es muy importante, no?
III
No extraño la vida que mataba,
Ni la escaces de comuniones
Ni la brea pegajosa de la pena
No extraño las ausencias gritadas
Ni las presencias lamentadas,
Ni los abrazos apurados
De los amores a desgano
No extraño la certeza de la nada
Ni la condena a la mediocridad
Ni la aceptación ciega a los mandatos
Tampoco los oídos sordos
Ni los ojos ciegos
Ni las bocas balbuceantes
De palabras vacías
No extraño las mentiras que me dije tantas veces
Y mucho menos extraño las traiciones
Ahora me toca flotar…